Contrato por prestación de servicios: claves para elaborarlo
5 Diciembre 2025
El contrato por prestación de servicios es uno de los modelos de vinculación más utilizados por las empresas en Colombia, especialmente cuando necesitan experiencia especializada sin establecer una relación laboral tradicional. Sin embargo, su uso implica responsabilidades específicas para el contratante y el contratista. En esta guía encontrarás información actualizada, clara y sencilla para gestionar este tipo de contrato de forma eficaz y segura.
¿Qué es un contrato por prestación de servicios?
Los negocios que operan con equipos mixtos empleados y contratistas necesitan una claridad total sobre las características de un contrato por prestación de servicios, especialmente porque no se rige por las normas laborales tradicionales.
El contrato por prestación de servicios en Colombia es un acuerdo civil entre una empresa (contratante) y un trabajador independiente (contratista) para ejecutar una actividad específica durante un período determinado.
De acuerdo con el artículo 34 del Código Sustantivo del Trabajo, el contratista ejecuta la labor “con sus propios medios y con libertad y autonomía técnica y directiva”. Esto significa que:
En Colombia, muchas personas trabajan bajo un contrato de prestación de servicios, un tipo de acuerdo que es muy diferente a un contrato laboral. La diferencia clave está en la subordinación: si no hay órdenes directas, horarios impuestos o controles permanentes, no existe relación laboral. Y justamente eso es lo que caracteriza la prestación de servicios.
¿Quién paga la seguridad social en un contrato de prestación de servicios?
A diferencia de un empleado, el contratista independiente es quien debe asumir el pago de todos sus aportes a la seguridad social. Esto incluye:
- Aporte a EPS (salud)
- Pensión
- ARL, solo cuando la actividad corresponde a riesgo I, II o III
- Caja de compensación familiar
Estos pagos se realizan tomando como base la normatividad vigente.
La Base Mínima de Cotización (BMC): ¿qué es y cómo funciona?
Aquí entra en juego un concepto importante: la Base Mínima de Cotización (BMC). De acuerdo con la Ley 2381, los contratistas deben calcular sus aportes sobre el 40 % del valor mensualizado del contrato. Es decir, no se cotiza sobre el total del contrato, sino sobre un valor mensual estimado, y de ese valor solo se toma el 40 % para calcular los aportes a salud, pensión y, cuando corresponde, a riesgos laborales.
Este ajuste busca que la cotización sea proporcional al ingreso real del contratista.
¿Quién debe pagar la ARL?
Aunque suele pensarse que el contratista siempre paga su propia ARL, la norma tiene excepciones importantes. Cuando:
- La actividad del contrato corresponde a riesgo IV o V, o
- La labor tiene una duración mayor a un mes, la legislación establece que la responsabilidad de afiliar y pagar la ARL pasa al contratante, no al contratista.
Esto se hace para proteger a quienes realizan actividades de mayor riesgo o permanecen por más tiempo vinculados a un proyecto.
Contrato por prestación de servicios y contrato laboral: diferencias
Confundir estas dos figuras puede generar costos inesperados, demandas o investigaciones por parte del Ministerio de Trabajo. Por eso, es vital comprender la diferencia entre un contrato por prestación de servicios y un contrato laboral tradicional. Aquí te presentamos los puntos clave.
Los contratos por prestación de servicios:
Están diseñados para trabajos específicos y por tiempo definido. No implican subordinación ni control directo de horarios. Él contratista se encarga de su propia seguridad social. Él contratante no paga prestaciones sociales.
Los contratos laborales:
Sí crean subordinación y relación empleador–empleado. Exigen el cumplimiento de horarios, instrucciones y reportes. Implican salario, prestaciones, auxilios, vacaciones, incapacidades y aportes a caja de compensación. Buscan establecer una relación estable y continua.
Cuando una empresa contrata bajo OPS es clave no caer en la figura de “contrato realidad”. Ya que la subordinación convierte el vínculo en laboral, sin importar lo firmado. Esta es una de las dudas más frecuentes entre quienes investigan cómo es un contrato por prestación de servicios o cuál es el contrato de prestación de servicio en Colombia más adecuado. Por ello, es importante conocer qué es un contrato por OPS.
Beneficios del contrato por prestación de servicios
Adoptar un contrato civil por prestación de servicios ofrece ventajas tanto para las empresas como para los contratistas. En un entorno laboral flexible, este tipo de contrato por servicios se ha convertido en una alternativa estratégica. Estos son los beneficios más relevantes para las empresas:
- Permite contratar expertos en actividades específicas.
- Reduce costos asociados a nómina y prestaciones sociales.
- Facilita la ejecución de proyectos temporales.
- Brinda flexibilidad administrativa.
- Evita cargas laborales propias de un contrato por honorarios Colombia que sea indefinido.
Para el contratista prestación de servicios estas son sus principales ventajas:
- Mayor autonomía en la ejecución del trabajo.
- Posibilidad de trabajar con varios clientes.
- Control sobre tiempos y métodos.
Además, entender qué es prestación de servicios y cómo funciona ayuda a los equipos de gestión humana a planear mejor sus operaciones, prever alcances y evitar riesgos jurídicos.
Infórmate sobre las prestaciones sociales en Colombia: Definición, Tipos y Cálculo Paso a Paso
¿Qué debe incluir un contrato por prestación de servicios?
Un contrato por prestación de servicios debe estar redactado con precisión para evitar riesgos legales, fiscales y operativos. Cuando un documento carece de claridad, las partes pueden malinterpretar alcances, tiempos o responsabilidades. Esto abre la puerta a conflictos o incluso a la declaración de un vínculo laboral no deseado. Por ello, es clave saber cuál es el contrato de prestación de servicios.
Para que el acuerdo sea sólido, transparente y seguro, es fundamental incluir una serie de cláusulas esenciales que definan con exactitud los términos de la relación contractual. A continuación, se detallan los componentes clave que nunca deben faltar.
Datos del contratante y contratista
Incluir la identificación completa del contratante y del contratista es un requisito básico en cualquier contrato por prestación de servicios. Esta sección debe especificar claramente si el contratista actúa como persona natural o como persona jurídica, ya que esto determina responsabilidades tributarias, requisitos de facturación y modalidades de pago. Un error frecuente es omitir detalles como NIT, documento de identidad, dirección o representación legal, lo cual puede generar problemas al momento de ejecutar o liquidar el contrato.
Objeto del contrato
El objeto del contrato es una de las cláusulas más críticas, pues define con claridad la actividad o el servicio que realizará el contratista. Una descripción precisa evita confusiones y, sobre todo, previene que la relación sea interpretada como un vínculo laboral. Por ello, es fundamental detallar qué tareas se ejecutarán, cuáles son sus alcances y hasta qué punto se extienden las responsabilidades.
Honorarios y forma de pago
En Colombia, muchas empresas se preguntan cómo se llama el pago por prestación de servicios, y la respuesta es clara: se denomina honorarios, nunca salario. Esta distinción no solo es legal sino también operativa. Ya que evita confusiones y protege la autonomía propia del contrato independiente. En esta sección deben incluirse el valor total pactado o la tarifa mensual, la modalidad de pago y las fechas exactas de pago.
Desde 2025 la norma fija una base mínima de cotización del 40 %. Este porcentaje se calcula sobre el valor mensualizado del contrato. La BMC determina los aportes a salud, pensión y riesgos laborales. El nivel de riesgo define el tipo de cotización.
Duración
La duración establece el tiempo en el cual el contratista ejecutará el trabajo y marca el inicio y final de las obligaciones contractuales. Es clave definir fechas concretas. Ya sea para un periodo continuo, por entregables específicos o con una duración condicionada a un proyecto particular. Esta claridad permite planear actividades, controlar avances y evitar que el contrato de servicios se extienda automáticamente sin justificación.
Obligaciones del contratante y del contratista
Una sección esencial en cualquier contrato por prestación de servicios es la que detalla las obligaciones del contratante y del contratista. Aquí se deben incluir compromisos como la entrega de informes periódicos, estándares mínimos de calidad, cumplimiento normativo, manejo adecuado de recursos y cualquier otro requisito que garantice el correcto desarrollo del servicio. Esta estructura define las expectativas y evita malentendidos sobre el alcance de las obligaciones del contratante en un contrato de prestación de servicios.
Confidencialidad y propiedad intelectual
Cuando el contratista por prestación de servicios tiene acceso a información estratégica, la cláusula de confidencialidad se vuelve imprescindible. Esta sección obliga al profesional a proteger los datos y prohíbe su divulgación o uso indebido, incluso después de terminado el contrato. Es una forma efectiva de blindar los activos informativos de la empresa.
Terminación
La cláusula de terminación define en qué condiciones cualquiera de las partes puede dar por finalizado el contrato por prestación de servicios. Es común incluir tiempos mínimos de aviso, razones justificadas de terminación anticipada y posibles penalidades. Esto permite manejar imprevistos sin dejar vacíos legales que puedan derivar en conflictos o reclamaciones.
Riesgos de un contrato por prestación de servicios
Aunque este tipo de contrato de prestación de servicios es flexible, también implica riesgos que pueden afectar tanto a la empresa como al contratista. Por eso, comprenderlos es clave para prevenir conflictos o reclamaciones laborales. Estos son los principales riesgos que considerar:
- Demandas por contrato realidad si hay subordinación.
- Problemas fiscales si no se aplican correctamente las retenciones.
- Sanciones por no revisar la seguridad social del contratista.
- Demandas si el contrato no describe claramente las actividades.
- Pérdida de beneficios tributarios si el contratista no paga su seguridad social.
Muchos empleadores se preguntan cómo contratar por prestación de servicios sin incurrir en riesgos. La respuesta está en una buena gestión documental, claridad contractual y verificación de aportes.
¿Cómo mitigar estos riesgos?
Gestionar contratistas exige tiempo y seguimiento constante. También requiere controlar documentos como el RUT y los certificados. Además, implica revisar la planilla PILA y los reportes de avance. Es clave verificar la cotización del contratista a la seguridad social.
Desde 2025 rige la Ley 2381 de 2024. El Decreto 514 de 2025 la reglamenta. Esta norma crea el aportante “15-Contratante”. Esta figura permite que la empresa asuma los pagos de seguridad social del contratista.
La Resolución 467 de 2025 define obligaciones adicionales. El aportante “15-Contratante” debe reportar al cotizante “59-Independiente”. Esto aplica cuando el contrato supera un mes. En estos casos, debe usar la planilla PILA “Y”.
Aquí es donde las soluciones Pluxee marcan la diferencia. Con productos como Pluxee Canasta, Pluxee Premium o Pluxee Dotación, las empresas pueden:
- Optimizar la gestión de pagos a contratistas y aliados.
- Controlar viáticos y gastos operativos.
- Mejorar la trazabilidad de desembolsos.
- Reducir riesgo administrativo y errores humanos.
Si tu empresa trabaja con contrato por prestación de servicios, la gestión ordenada es indispensable. Además, te recomendamos revisar otros contenidos de nuestro blog relacionados con gestión laboral y contratación en Colombia.